Simplex, I+N, Enemigo real y Acción... o la sociedad que viene.

El Simplex es un viejo un algoritmo matemático que mueve una figura geométrica en un hiper espacio de n-dimensiones. Si n es mayor a 3 no podemos ver el movimiento del Simplex hacia su objetivo, ¡el óptimo!, pero aún así se sigue moviendo. Esto (con imaginación; nuestra mejor arma), puede asemejarse a la sociedad real.

Recuerdo mi primer Simplex (moviéndose gracias a un Spectrum; ¡qué tiempos!), y una frase que decía ocasionalmente tras algún movimiento concreto: "La dirección es buena, pero no la mejor" (se me quedó grabada).

La dirección es buena, sí; hay logros que lo demuestran. La atención captada es adecuada, pero aún insuficiente; aquí el tamaño importa; lo es todo (la dispersión entre varios haciendo lo mismo suena al conocido e interesado "divide y vencerás"). Pero para el protagonista, el genio escondido, de mi novela, el impacto (la idea de impacto) todavía no es la mejor. El 'Enemigo' no esta correctamente identificado (y es que sabe inteligentemente ser un fantasma social) y la 'Acción' es blanda (no confundir lo contrario a blanda con 'sangrienta'; no van por ahí los 'tiros'). De momento, disponemos de la idea apuntada en "El Algoritmo de Dios"; una I+N (Idea-Novela), atrapada en la maraña del sistema editorial español (que va como lo demás aquí). Solo se puede contar con ese gigante endeble que es Internet para hacer algo de ruido.

En el interior de la ballena social que nos imponen, no vemos a nuestro 'Enemigo real'; no podemos luchar contra él. La luz está ahí fuera, pero estamos demasiado ciegos para encontrarla. Pero, imitando al programa Simplex, no hace falta ver el objetivo, para alcanzarlo. Basta con utilizar sus mismas armas contra él.